lunes, 25 de noviembre de 2013

Capítulo 10.

*Narra María*
Empecé a andar sin saber adonde. Cuando llevaba un rato caminando encontré un parque, y me senté en el césped, puse la cara entre las rodillas y seguí llorando. Sabían que no me gustaban ese tipo de bromas, ¿por qué la habían hecho?
Saqué el móvil del bolsillo y vi que tenía varios mensajes del whatsapp, eran de los chicos, pero ahora mismo no me apetecía hablar con nadie, así que guardé el móvil en el bolsillo, otra vez.
Justo en ese momento alguien me abrazó por detrás. Como no sabía quien era, me giré y vi a Javier.
-Déjame.-Y me soltó de sus brazos.
-¿Pero qué te pasa?
-¿Qué que me pasa? Sabes que no me gustan ese tipos de bromas, que las odio, no puedo con ellas. Y como si no hubiese otro tipo de bromas, me gastáis la que no me gusta.
-Vale, lo siento, joder, no quiero perderte y lo sabes, eres lo más importante. Por favor, perdóname.
-No lo sé, necesito pensarlo. No quiero que pienses que solo me lo voy a pensar contigo, me lo voy a pensar con todos porque todos tenéis un parte de culpa.
-Vale. Pero recuerda que te quiero y siempre te querré.-Y se fue.
Parecía arrepentido de verdad, pero todos sabían que no me gustaban ese tipo de bromas. Ya lo pasé bastante mal de pequeña con un susto como ese, y van ahora las mejores personas que tengo y me la vuelven a hacer.
Decidí volver a casa ya que empezaba a anochecer y luego seguramente no sabría volver.
Pasando las calles que anteriormente había pasado en sentido contrario, llegué a casa. Encajé las llaves en la cerradura y entré. Estaban todos en el salón, así que me decidí irme a mi habitación coger la guitarra y subir a la azotea a tocar un poco. Lo llevaba haciendo desde los 7 años, junto con el baile, era lo que más me gustaba hacer. Me decían que bailaba y tocaba muy bien; yo simplemente me limitaba a contestar con un gracias, o algunas veces, tampoco es para tanto.
*Narra Alex*
No me gustaba ver a una de mis mejores amigas enfadada y mal, pero tenía razón. Yo sabía que no le gustaban ese tipo de bromas, en realidad todos lo sabíamos y aún así la hicimos, y todos tenemos nuestra parte de culpa.
-Chicos, vengo ahora.- Dije levantándome del sofá.
-Vale.-Contestaron todos.
Subí a la habitación pero estaba vacía. Me acordé de mirar donde había puesto mi mejor amiga la guitarra y no estaba, así que me subí a la azotea.
Allí la encontré sentada en un sillón, tocando.
-Hola.-Dije.
-Hola.
-María, ¿podemos hablar?
-Habla, te escucho.
Dejó la guitarra encima de la mesa que teníamos y me senté a su lado.
-Verás, eres mi mejor amiga, y sé de sobra que no te gustan este tipo de bromas. Ahora mismo te estarás preguntando que si lo sé por que lo hice, sinceramente, no tengo ni la menor idea de por que lo hice. Sé que todos tenemos nuestra parte de culpa, pero quiero que me perdones, no quiero estar enfadada contigo, rubia, porque te quiero mucho y porque eres lo mejor, y lo sabes. Por favor, perdóname.
-Ya sé que lo sabes, y que me quisisteis gastar una broma. A mi me encantan las bromas, ya lo sabes, pero ese tipo de bromas sabes que no me gustan,-hizo una pausa y continuó- Javi también vino a hablar conmigo, creo que me estabais todos buscándome por los mensajes del whatsapp, pero bueno, a lo que iba, que le dije que necesitaba pensar un poco, que quiero estar sola un rato, y que le iba a decir a todos lo mismo.
-Vale. Cuando lo sepas dímelo por favor. Adiós, me voy.
-Adiós. ¡Ah! Y dile que les voy a decir a todos que necesito pensar, que no vengan uno por uno por favor.
-Vale, adiós rubia. Te quiero.
Me fui, me dolía todo lo que había dicho, pero la culpa es nuestra, sino le hubiésemos gastando esa idiotez ahora no estaríamos así.
Llegué al salón y le dije lo que me había dicho María.
-Chicos, creo que María tiene razón. Fui nuestra culpa y no hay más; hay que dejarla.- Dijo Martín.
-Yo creo que si. Después intentaré hablar con ella.-Contestó Andrea.
-Vale.
-Bueno, a todo esto las horas pasan y son las dos y media.
-¿Y si encargamos unas pizzas?
-¡Si!
*Narra Andrea*
Subí a la azotea y estaba María. Le dije lo mismo que todos, que lo sentía y que me perdonase. Pero al igual que le dije que me perdonase, la respuesta fue la misma. Le dije que bajase a comer.
Bajé al salón y la mesa ya estaba puesta.
-Ya está. Baja ahora.-Informé.
-Vale.-Contestaron todos.
Timbraron y eran las pizzas que ya habían llegado. En ese momento bajó María y se sentó en la mesa con todos.
-Bueno, yo sé que todos os arrepentís y os voy a perdonar. La guitarra siempre me hace pensar las cosas, al igual que el baile, y quería deciros que os perdono.-Dijo ella.
A todos se nos dibujó una sonrisa en la cara. Nos levantamos todos a la vez, le dimos las gracias y la abrazamos.
Era la mejor, no tenía ninguna duda.

Queridos lectores tengo una mala noticia... Me adentro en dos semanas de exámenes así que no sé cuando podré subir, espero que pronto. En cuanto acabe os prometo que os dedicaré todo el tiempo posible. 
Gracias por leer. 
                                                                                         Os quiero mucho <3.

No hay comentarios:

Publicar un comentario