jueves, 31 de octubre de 2013

Capítulo 6

*Narra Javier*
Cuando la vi salir pensé que le pasaba algo, asi que me fui tras ella. Creo que no estaba bien.
-María-la cogí del brazo-¿qué te pasa?
-Necesito salir un poco, tengo calor.
-¿Estás bien?
-Si, si, claro.
-Vale. ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Si, claro.
Cogí aire, y le pregunté...
-María, ¿tu me quieres?
-Si.
Esa respuesta no me la esperaba, pensé que iba a decir que no lo sabía porque me conoció de hoy. Pero al fin y al cabo, que me quiera no quiere decir que vaya a salir conmigo.
-Vale, solo era eso. ¿Quieres que me quede aquí contigo?
-Si, no me quiero quedar solo que no conozco nada de aquí.
-Tienes razón, ¿nos sentamos en el césped?
-Si, estoy cansada.
Nos sentamos en el césped y ella se quitó los zapatos. Normal, tanto tacón sin parar de bailar...
-Mira, ahí salen los demás.
-Yo estoy cansada, me voy a acostar.
-¿Quieres que te lleve a casa?
-No lo sé, no me quiero quedar sola.
-Pues vemos una película los dos.
-Vale, me parece bien.
Nos levantamos y nos fuimos. Nos despedimos de los chicos y nos fuimos.
*Narra María*
Me parecía temprano para irme a casa, pero estaba cansada, e iba a ver una película con él.
Llegamos a casa, subí a cambiarme y bajé. Javi estaba allí, sentado en el sillón, mirando la tele.
Bajé y me senté a su lado.
-Hola, ¿ya estás?
-Si, ¿escogemos la película?
-Si. A mi la que más me gusta es Tres metros sobre el cielo.
-Nunca la vi, pero la vemos ahora, no me importa verla.
Al final decidimos ver la de Mario Casas y María Valverde.
-Es preciosa, me encanta.
-Me dijeron que estaba muy bien.
-Si esta es la enésima vez que la veo.
-Vaya, si que debe de ser buena.
-Demasiado perfecta para mi gusto.
Vimos la peli abrazados. La verdad es que hacía frío pero tampoco tanto.
-Oh dios, que bonito.- Dijo él en una de las escenas de amor.
-Ya.- Y me abracé más a él.
-Me gusta que estemos así.
-Y a mi.
Sin esperarlo, a la vez que en la pantalla del televisor, el joven besaba a su chica; Javi me besó a mi.
Me encantó.
Y así estuvimos toda la peli, al terminar se quedó a dormir en mi casa. Así que subimos y dormimos abrazados toda la noche. No me creía eso, pero era verdad.
Y ese fue mi último pensamiento de mi primer día en otro país. Sabía que ese verano sería inolvidable e inigualable.
Cerré los ojos y me quedé profundamente dormida.


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